Hoy les voy a compartir la historia de Melissa Lucio, de 54 años, la primera mujer latina condenada a la pena capital en Texas, tras ser arrestada por el asesinato de su hija de dos años. Su ejecución está programada para el 27 de abril, 2022.
Melissa Elisabeth Lucio nació el 18 de julio, 1968 en Texas. Su infancia fue marcada por la extrema pobreza y abusos por parte del novio de su madre desde los 7 años y por otros miembros de la familia.
Para escapar de esa violencia, se casó a la edad de 16 años. Pero su esposo también continuó con el círculo de abusos. Él era un hombre violento con ella y usuario de drogas y alcohol lo que la llevó a consumir sustancias. A los 24 años ya tenía cinco hijos con su primer esposo. La relación terminó cuando él la abandonó.
Con su siguiente pareja, un hombre llamado Robert Álvarez, tuvo 9 hijos más. Ella tuvo un total de catorce hijos. Para el momento de los hechos ella tenia 12 entre las edades de dos y 15 años. Robert no fué la excepción también fue abusivo con Melissa.
17 de febrero, 2007 alrededor de las 7:00 de la noche Melissa y Robert llamaron al 911 cuando Mariah, su hija de dos años, no despertaba. Los Paramédicos llegaron a la casa, en la ciudad de Harlingen, en el sur de Texas. Ellos encontraron a Mariah en el piso de la sala boca arriba, no estaba respirando y no tenía pulso. Melissa le dijo a los paramédicos que la niña se habia caído de las escaleras.
Mariah fué llevada de inmediato al hospital donde trataron de resucitarla pero lamentablemente falleció al poco tiempo. El médico que la atendió luego testificó que ese era el peor caso de abuso que el haya visto en su carrera, de 30 años.
La policía se llevó detenida a Melissa esa misma noche, quien en ese momento estaba embarazada de mellizos. Mientras estaba siendo interrogada, ella le dijo lo mismo que le había dicho a los paramédicos, que la niña se habia caído por las escaleras.
Los Rangers de Texas, son agentes de investigación del Departamento de Seguridad Pública de Texas, iniciaron una investigación por homicidio esa misma noche. Cuatro agentes interrogaron a Melissa por casi 6 horas. En el vídeo del interrogatorio, se puede ver a Melissa decir que las lesiones de Mariah fueron por la caída y negar repetidas ocasiones haberle hecho daño. Pero tres horas después y agotada, admitió que a veces le daba nalgadas.
A la una de la madrugada otro agente entró al cuarto y comenzó a presionarla por más información. Ella le contestó “yo soy responsable”. Melissa luego confesó que a veces le daba pellizcos y le apretaba el brazo. Dijo que el dia que Mariah falleció estaba enferma, no quería comer, tenia problemas para respirar pero no la llevó al hospital por los moretones que tenía en el cuerpo.
El agente le preguntó sobre los moretones a lo que ella contestó “supongo que lo hice”; eso básicamente la incriminó. En ese momento ellos entendieron que esa era su confesión. Uno de los agentes le pidió que le demostrara con una muñeca cómo le daba nalgadas a Mariah. Posteriormente, ese video luego fué presentado durante el juicio.
El interrogatorio duró hasta las 3:00 am, no le ofrecieron agua, comida, ni descanso. Melissa fué arrestada esa madrugada del 18 de febrero. Mientras esperaba por el juicio, la fiscalía le ofreció 30 años si se declaraba culpable, pero ella no aceptó. Dijo que no era culpable y no admitiría a algo que ella no hizo.
El juicio comenzó en agosto del 2008. Durante el juicio, la patóloga forense testificó que la autopsia reveló que Mariah no murió por caerse por las escaleras sino por “traumatismo causada por un objeto contundente”. La niña tenía moretones en su cuerpo, marcas de mordeduras en la espalda, mechones de cabello que habían sido arrancados y un brazo roto. Determinó la causa de muerte como un homicidio.
Los paramédicos declararon que cuando llegaron a la casa esa noche, Melissa no se veía preocupada por la niña. Ella estaba distante y no hizo ningún esfuerzo en tocarla o estar cerca de ella.
La trabajadora social del departamento de protección de menores dijo que Mariah y otros ocho niños fueron devueltos a la casa de Melissa el 21 de noviembre 2006. Ellos habían sido removidos del hogar cuando en una revisión del Departamento de Niños y Familia Melissa salió positiva a cocaína.
No voy a entrar en detalle en toda la declaración de la trabajadora social pero ella declaró sobre la condición del hogar y de los niños cuando hizo una visita. Dijo: “Dentro del refrigerador, solo había una cabeza de lechuga podrida, un cartón de huevos y un recipiente de plástico con mayonesa. El refrigerador olía a comida en mal estado. Había un fuerte olor a orina por toda la casa. Todos los niños parecían como si no hubieran sido bañados. Su cabello estaba enredado y sucio. Sus cuerpos parecían estar sucios y todos los niños tenían un fuerte olor corporal.”
La fiscalía argumentó que el golpe en la cabeza causó que Mariah tuviera problemas para respirar, convulsiones y sin poder moverse. “Melissa simplemente la dejó acostada, sufriendo. Tuvo una muerte cruel muy dolorosa. Cuando simplemente pudo haber pedido ayuda, llevarla al médico, hacer algo para protegerla. La evidencia demuestra que el abuso contra la víctima no fue un evento de una sola vez; más bien, en el transcurso de varias semanas o meses.”
El abogado defensor, Peter Gilman, después del juicio fué criticado por no haberla defendido adecuadamente. El no entrevistó a los hijos de Melissa que estuvieron presente cuando Mariah se calló por las escaleras ni a ninguno de sus familiares o conocidos. Tiempo después salió a relucir que él ocultó una confesión de la hija mayor de Melissa donde ella le notificó que una de sus hermanas, llamada Alexandra, pudo haberle causado esas lesiones a Mariah. Alegadamente, Alexandra no quería a la niña pero esa confesión tampoco fué mencionada durante el juicio.
El juicio duró cuatro días. El 12 de agosto de 2008, Melissa Lucio fue declarada culpable y condenada a la pena capital, a la edad de 40 años. En el corredor de la muerte, como es conocido en Estados Unidos, Melissa dió a luz a gemelos a los que tuvo que dar en adopción debido a su condena. El resto de sus hijos terminaron con familiares o bajo la custodia del estado.
El padre de Mariah, Robert Álvarez, fue condenado a tan solo cuatro años de prisión por “lesiones a un menor y no haber buscado atención médica a tiempo.”
Este caso no fué muy conocido hasta años después cuando grupos activistas y organizaciones de derechos humanos comenzaron a mostrar interés y a cuestionar la sentencia de Melissa.
Resulta que el fiscal a cargo del caso Armando Villalobos estaba en campaña para su reelección, en ese entonces. Alegadamente el quería asegurarse que ella fuera condenada a la pena capital ya que sería la primera mujer latina en el corredor de la muerte y favorecía su carrera política. Todo salió a relucir cuando Villalobos fué investigado y condenado en el 2014 por corrupción. Actualmente está cumpliendo una condena de 13 años de prisión por sobornos entre 2006 y 2012.
Melissa obtuvo nuevos abogados quienes han sometido un sin numero de apelaciones las cuales fueron negadas. En el 2019, Melissa tuvo una pequeña victoria. Un panel de tres jueces de la Corte Federal de Apelaciones anuló la sentencia de muerte. No obstante, el estado de Texas apeló esa decisión en febrero 2021 y la decisión anterior fue anulada. Melissa continuó en el corredor de la muerte.
El Proyecto Inocencia que la representa asegura que Mariah tenía una discapacidad leve en los pies que la hacía inestable y propensa a tropezar. El día que la niña se calló Melissa estaba en medio de una mudanza. Mariah se cae durante esa mudanza pero no presentó golpes visibles y dos días después no se despertó de su siesta.
Thomas Young, un patólogo forense contratado por la defensa argumentó “de acuerdo a los testigos que vieron cuando la niña se calló, nadie vió moretones o lesiones en ese momento. Pero luego aparecieron”. El explica que “los moretones son el resultado de una lesión cerebral.”
Ninguno de los testigos, que la defensa entrevistó, nunca vieron que ella maltratara a sus hijos. Tampoco encontraron un reporte por maltrato físico en los los archivos del Servicio de Protección de Menores sobre los hijos de Melissa.
Los defensores de Melissa aseguran que “las principales pruebas utilizadas en su condena proceden de un interrogatorio que fue coaccionado durante esas siete horas la misma noche de la muerte de Mariah.” Sus otros hijos nunca fueron llamados a declarar y negaron que ella los haya maltratado.
Ellos aseguran que ella posiblemente declaró en su contra para proteger a su hija adolescente, que estaba a cargo de Mariah cuando se cayó por las escaleras. Alegadamente, algunos hijos de Melissa aseguran que Alexandra no quería saber de la niña y en ocasiones la maltrataba. Después de años en prisión, ella confesó que su hija, adolescente en ese entonces, pudo haber sido la causante de las lesiones que presentaba Mariah.
Melissa jura y perjura que es inocente. Que fue condenada injustamente y que ella no mató a su hija. Pero a pesar de todo eso en enero de 2022, los funcionarios del condado de Cameron firmaron una orden de ejecución la cual está programada para el próximo 27 de abril, por medio de la inyección letal.
Un grupo de abogados solicitó una petición de clemencia, y están trabajando arduamente para impedir que Melissa sea ejecutada.
La productora Sabrina Van Tassel, realizó un documental sobre este caso, lo pueden encontrar en Hulu y en Amazon Prime. Ella afirma que “tras realizar su propia investigación encontró una multitud de errores, interrogantes y conflictos de intereses como que menos de un año después del juicio, el fiscal Villalobos contrató al abogado defensor de Melissa como ayudante del fiscal del distrito.”
Sabrina señala que “hay una mujer en el corredor de la muerte, no hay ningún tipo de prueba y no hay ni una sola persona que la haya visto pegar a su hija.”
Personalmente no sé si ella lo hizo o no pero de lo que sí estoy segura es que se merece un nuevo juicio, un juicio justo. Este caso me dejó con más preguntas que respuestas. Para ver el video en mi canal de YouTube haz click aquí.
