Celebrando el Día de Acción de Gracias en las Bahamas

Ya sé que el Día de Accíón de Gracias (Thanksgiving) hace meses que pasó pero tenía pendiente compartirles un poco de nuestras aventuras y viaje. Si me sigues por la redes sociales es posible que te hayas enterado que mi familia y yo nos fuimos de crucero el pasado noviembre a celebrar el Día de Acción de Gracias en las Bahamas. Fué una brillante idea. Me libré de pasarme todo el día cocinando la tradicional cena. ¿Inteligente verdad?

Mi esposo y yo habíamos tomado un crucero hacía ya años, pero este sería nuestro primer viaje en familia. Ya te podrás imaginar la alegría y emoción de mis chicos cuando les comuniqué que hiríamos a las Bahamas en un crucero por Carnival. Los días previos al viaje se la pasaron navegando la página de internet de Carnival para conocer todas las comodidades que el crucero ofrece.

Cuando llegamos a la terminal de Carnival en el Puerto Cañaveral, estábamos locos por salir del carro y subir al crucero. La entrada era justamente en el piso principal; nos quedamos sin aliento. La vista era grandiosa. Y con piña colada en mano, nos fuimos a explorar cada rincón del barco. 

Al día siguiente llegamos a las islas Bahamas, específicamente a Nassau. En el mismo barco o cuando sales puedes escoger diferentes excursiones disponibles. Nosotros decidimos explorar la isla por nuestra cuenta. Rentamos dos scooters, conseguimos un mapa y con botellas de agua en la mochila nos fuimos a pasear por la isla.

El agua del océano que rodea la isla es espectacular. Los matices y claridad del agua invitan a los turistas a disfrutar de las actividades acuáticas y refrescarse después de un caluroso día. En casi todas las islas de las Bahamas hay lugares interesantes para conocer. En esta ocasión no pudimos ir a Atlantis y Paradise Island; el tiempo se nos fué volando. El día de Acción de Gracias lo celebramos como nunca.

Caminamos por las calles, visitamos el mercado (Straw Market) y nos disfrutamos de un rico almuerzo en el Hard Rock Café. Por las calles encontramos locales vendiendo artesanía y tocando un contagioso raggae.

Ya de regreso al barco, mientras mi esposo y yo descansamos, los chicos fueron a disfrutar de las actividades del barco. Entre los shows, discotecas, casino y demás, no hay un momnento de aburrimiento. Mi esposo y yo tratamos de seguirle los pasos a los chicos pero ya el tercer día decidimos coger las cosas más suaves y dejarlos a ellos hacer sus cosas. La edad no juega.

Nuestros próximo destino fué visitar Freeport. Esta isla nos fascinó. A diferencia de Nassau, es más tranquila y no tiene el trajín de locales tratando de vender sus artículos.  En esta ocasión, rentamos un Jeep. Gracias a las instrucciones del agente llegamos a Lucaya. Esta pequeña ciudad es muy pintoresca y divertida.

La playa de Lucaya, con su arena blanca y agua color turquesa, nos encantó. Allí mi esposo e hijos disfrutaron de un divertido paseo en un banana boat mientras yo iba muy segura dentro del bote con el guía. Pudimos visitar la zona donde se hizo la película Piratas del Caribe y ver algunos delfines.

Debido a que mis hijos están grandes, a veces se nos hace difícil planear un viaje en familia. Estas mini-vacaciones las disfrutamos al máximo. Todos nos llevamos un lindo recuerdo de las islas Bahamas. Próximamnete te estaré compartiendo sobre otros viajes. Ahora te invito a ver algunas de las fotos de nuestro crucero familiar a las Bahamas.